jueves, 28 de abril de 2016

¡AUTOMOTÍVATE!


No intento bailar mejor que otro, solo intento bailar mejor que yo mismo.

¿Quién motiva a quién? ¿La motivación viene de fuera? ¿O en realidad viene de uno mismo?
Observo con bastante frecuencia como las empresas contratan a conferenciantes y otros profesionales para que motiven a su plantilla  o que padres y madres buscan a profesores para que motiven a sus hijos en casa. Sin embargo, el impulso dura menos que un relámpago.
La única motivación que funciona es la interna, la automotivación, ya que la única persona que siempre va a estar ahí contigo vas a ser tú mismo. Por supuesto que es importante que un profesor te inspire, un libro te ilumine y un curso te apasione o te instruya, pero la motivación viene de ti mismo.
Cuando un alumno llega a clase de ballet tiene que estar motivado, si el profesor tiene que motivarte y enseñarte, nunca vas a progresar. Si buscamos que alguien nos motive es porque no estamos convencidos y sin convicción poco podemos hacer, no importa cuanta gente nos anime.



1.La motivación nace de la autoconfianza, y la autoconfianza del autoconocimiento. En ballet es importante conocer tu cuerpo y hacer un ejercicio de introspección física para saber escuchar a tu cuerpo y conocer tu límites, pero ese trabajo también tiene que ser interno. Cuando uno confía en sí mismo no necesita un equipo de animadores, de hecho no puede no hacerlo.


2. Para aumentar la confianza en uno mismo, a parte de realizar ejercicios de autoconocimiento, también puedes generar varias opciones, varios caminos de acción y ver cuál eliges con el corazón. Pero sobre todo, deja de prestar atención a las estadísticas y las malas noticias: "El ballet solo se puede hacer con cierta edad", "corres un riesgo del 70% de lesionarte", "eso son muchos años y es muy duro", "pero, ¿eso tiene salidas?". Y, por favor, lo último que te pido para automotivarte: apaga el televisor.

3. Más consejos: es cierto, que hay ciertos factores externos que no puedes controlar ( el clima, una crisis, la política...) pero sí puedes controlar tu actitud. Céntrate en lo que puedes controlar y olvida el resto.

4. En la automotivación hay que tener claro el significado y el sentido de lo que se elige en la vida. Cuando se tiene claro a dónde quieres dirigirte no hace falta motivación. Por ello conviene recordar por qué lo haces. No escuches a las personas que intenten boicotear tus iniciativas, son personas que no están felices consigo mismas, porque no están motivadas y no soportan que nadie lo esté. Por tanto, aléjate.


5. Si estás esperando a sentirte motivado, nunca ocurrirá. La motivación es hija de la acción. Actúa y la motivación te seguirá.

6. Reaviva tu compromiso. Recuerda por qué estás donde estás y reaviva el compromiso con esa decisión. Si descubres que esa emoción desapareció, igual es el momento de elegir otro camino. Las emociones nunca engañan, solo nos engaña la mente.

7. Deshazte del miedo, con el arma más poderosa que existe, el amor. Este es el punto en el que más estoy trabajando actualmente en muchos aspectos de mi vida. En cuanto al ballet, últimamente le he cogido miedo a las piruetas y no soy capaz de lanzarme con despreocupación, es por ello que estoy centrándome más en lo que amo del ballet que en lo que temo. Una persona motivada sabe muy bien lo que quiere. Tanto, que no recuerda sus temores y así, estos desaparecen.

p


La desmotivación, aunque pueda parecer inofensiva o neutra, en realidad es devastadora. Crea una crisis de confianza permanente de los demás y de uno mismo. Por ello, las personas desmotivadas se desenfocan y cometen errores, más errores que los demás, realimentando el bucle de autodesconfianza, que les desmotiva más y más.

Por ello, vuelve a tu centro, busca tu eje, vive desde el amor y no necesitarás que nadie te motive. Tú mismo generarás motivación y confianza. La motivación externa es un bache para personas inseguras, atrapadas en una realidad que no aman. La falta de amor, se traduce en desmotivación

No hay comentarios:

Publicar un comentario